Campana de Largada - Turf Argentino

Un día espectacular, la gente del interior reunida en una de las fiestas más importantes. La gran competencia hípica, el Clásico San Jerónimo, Copa Haras Don Florentino. De esos pagos vengo, de esos pagos me traje grandes amigos, grandes recuerdos y un amor guardado en lo más hondo de mi ser, por el caballo, por la gente de turf. Por la hípica toda.

Y ahora volvemos a vivir, a presenciar, la pasión de los cordobeses por las carreras de caballos. No fueron de la partida Pure Bossy y Ranchereando y bajo la atenta mirada del público los ejemplares con sus jinetes se encaminaron para dar la orden de partida. El ejemplo de los profesionales que dijeron presente es extraordinario. Blanco, Noriega, Alderete, Robles, Ortiz, Coria y Glades dieron su palabra y ahí estaban.

Listos para el tradicional ¡largaaaaaaron!.

A la punta salieron prestos Auchemo, Populus, Indian Power, Llers Fitz, Fire Tango y Huildad. Con el relato de Andrés del Padrone los ejemplares se fueron a la recta de enfrente, siempre con Auchemo como el líder absoluto, Indian Power no le perdía pisada, luego corrían apareados Loup Optimiste, Llers Fitz, Huildad y mejoraba Fire Tango. En los 800 viajaban listos para definir Auchemo, Huildad e Indian Power, ya con Fire Tango metiéndose como cuña entre ellos, para enfilar tierra derecha con ventaja. Y así fue. Rodrigo Blanco igualó a los lìderes y por el medio de la cancha salió como si recién largara. Tomó uno, sacó dos, tres y más, a medida que pasaban los metros, ante el clamor del público presente.

Al cruzar la sentencia Rodrigo Blanco celebró como buen profesional (no hace falta que sea un Pellegrini, que entre paréntesis lo ganó) para dar rienda a una alegría sin par.

A seis largos quedó en el segundo Auchemo. A igual distancia pasó Populus, a uno más Indian Power, a la cabeza Huildad y ya más lejos, mucho más lejos, a 15 cuerpos, en el sexto lugar, Intense Heat.

El ganador empleó 2´7”57 para los dos kilómetros y el recinto de los vencedores fue un caos. Era tanta la gente que se quería sacar la foto con el vencedor, que el caballo y su jinete quedaron cercados. Luego se solucionó todo y entonces llegó el gran festejo.

Nicolás Santander, titular del stud Ni Manor y del Haras Nimanor, que además cumplía años, felicidades campeón, recibió la copa de manos del “Gringo” Grimaldi, que luego se la fue pasando a sus socios. Y felíz, desbordado, orgulloso, estaba Hugo Sanagua, tipazo, el entrenador de Fire Tango, el caballo ganador del Clásico San Jerónimo.

Tienen una idea de los profesionales y propietarios y criadores que sueñan con ganar este cotejo?. Y debe haber sido muchos en todo su historial. Lo lograron estos dos muchachos amigos, casi hermanos. Nicolás Santander y Hugo Sanagua. Perdieron a sus padres Raúl y Aníbal. Pero por eso en el título dimos como seguro que ellos estuvieron el día que sus hijos ganaron el San Jerónimo. ¡Nada menos!

Nunca mejor dicho de tal palo tal astilla.

Me permito, emocionado, mandarles un gran abrazo, un afectuoso saludo. Mientras existan los que aman al caballo, los que siguen luchando por un turf grande, los que tienen la pasión dentro de su corazón, merecen de estos triunfos. Y gracias a Dios son del mismo palo, del mismo barrio, del mismo club, del mismo…del mío.